Antes de empezar con los rituales de belleza coreanos es fundamental que identifiques el estado de tu piel. ¿Cómo se ve? Opaca, grasosa, enrojecida, con manchas… etc. Si la ves en muy mal estado lo ideal sería que consultes primero un dermatólogo para descartar alguna afección. También porque al saber qué tipo de piel tienes, tendrás más facilidad a la hora de elegir productos que no alteren su PH. Recuerda: la idea es mejorar el estado de tu piel no agravar algún problema. Es cierto que en algunas tiendas podrás encontrar personal capacitado para hacerte “recomendaciones”, pero el dermatólogo es el dermatólogo..

Convierte en un hábito limpiar dos veces tu piel. ¿Cuándo? Antes de dormirte y después de despertar.

¿Cómo debes hacerlo? Limpia primero con un producto a base de aceite. Este remueve a profundidad el maquillaje y quita el exceso de grasa. Aclara con agua tibia. Después, limpia con un desmaquillante a base de agua. Si quedó algún rastro de suciedad del paso anterior, con este terminarás de remover lo que haya quedado faltando. ¡Listo!

El uso de este producto es indispensable dentro de la rutina de belleza de las coreanas. Lo utilizan para mantener la piel hidratada y regular el PH de su piel. El tónico X7 significa que debes realizar este paso siete veces seguidas. ¿Cómo hacerlo? Primero moja un algodón con el tónico y aplícalo dando pequeños golpecitos sobre la piel.  Las siguientes seis veces pon el tónico en la palma de las manos y aplica dando ligeros masajes con los dedos. 

Este es uno de los productos estrella coreanos. Su consistencia ligera es absorbida con facilidad por la piel. Lo que hace es potenciar la regeneración celular, hidratar e iluminar el cutis. Si de verdad quieres implementar una rutina de belleza coreana, no puede faltarte este paso. Visita alguna tienda coreana, ya sea física o en línea, y checa sus mejores esencias.

El uso de cremas facial es ideal para mantener la humedad de la piel. Ayudan a conservar su elasticidad. Nunca olvides humectar zonas como el cuello y el contorno de los ojos. Siempre que apliques la crema en cada área, haz un suave masaje.

Saber qué tipo de piel tienes: mixta, seca, grasosa, normal. Puedes comprarte la crema más cara de la tienda, pero si no va con tu tipo de piel, harás dos cosas mal: botar tu dinero a la basura y empeorar el estado de tu piel. Así que por favor, asegúrate de saber qué tipo de piel tienes. Puede que en alguna etapa de tu vida hayas tenido, un ejemplo, piel seca, pero la piel cambia conforme pasan los años. Consulta un profesional.

Este paso debe ser cumplido una vez por semana o máximo dos. Esto dependerá del tipo de piel que tengas. La exfoliación es necesaria para retirar las células muertas y devolverle la luminosidad a la piel.

Ojo: nunca realices una exfoliación diaria porque estarías maltratando tu piel y dejándola desprotegida contra los rayos del sol, lo que puede ocasionar la aparición de manchas y envejecimiento prematuro. 

Puedes utilizarla de una a todas las veces que quieras. Las mejores mascarillas son las de tejido. La tela ayuda a que el producto se absorba mejor. Recuerda comprar mascarillas que vayan con tu tipo de piel. Lee las instrucciones de la mascarillas, algunas deberás lavarlas, otras dejarlas aplicadas. Antes de aclarar o de seguir con otro paso. Hazte un masaje en el rostro después de retirar la tela de la mascarilla.

Estos están hechos para devolverle la elasticidad a la piel. Tienen propiedades antioxidantes y relajantes. Suavizan el cutis y aportan brillo. Recuerda, cómpralo según tu tipo de piel y necesidades.

De nada sirve que sigas todos los pasos anteriores si fallas en este. El uso de bloqueador es obligatorio si quieres conservar una piel sin manchas. Su uso debe ser diario. Si estás expuesta de forma constate a los rayos del sol, refuerza su uso cada tres o cuatro horas. El protector solar te brinda una pantalla protectora frente a los rayos solares y otros factores como luces de bombillas y computadora que tienden a manchar la piel con el paso del tiempo.